¿No quedaremos solos?

Viendo Sudamérica la tesis que se me viene a la mente es que pronto nos quedaremos solos.

Perú, un país gobernado por Alan García Pérez. Cualquier extranjero que ignora y escucha su pasado en el APRA dirá, es un izquierdista o un centro reformado, pero no, es un derechista puro. Un mendigo del capitalismo falso, con miedo por su pasado calamitoso, un tímido ante las grandes decisiones de reforma, un mediocre hasta para ponerse los pantalones frente a los casos difíciles. Un hombre sin rumbo, embelezado por la miel que trae codearse con los actuales dueños del mundo, que alguien le diga y repita como disco rayado un piropo por su verborrea o locuacidad. García, dedicado a pensar más en su vejez que en realmente ser un buen gobernante, conciente de saber que su poder prestado significa dar cargos a sus compañeros y amigos, ahora se siente así.

Ese es nuestro presidente, pero el tema que me abarca es discutir es otro sobre el desarrollo de Latinoamérica y sus mandatarios.

Me pregunto ¿no quedaremos solos? Analicemos. Chile jamás nos ha querido por temas de guerra y seguimos en conflicto por el Mar (peruano por supuesto). Luego, Argentina está manejada por Cristina Kirshner, una presidenta de izquierda y unida a Hugo Chávez. Llegamos a Paraguay con el obispo Fernando Lugo, quien siempre ha sido chavista confeso y anda en tratativas con varias entidades de izquierda. Ojeando a Tabaré Vásquez es decir lo mismo a los mandatarios anteriores.

Pasemos a Brasil con Lula Da Silva, un hombre llegado desde los sindicatos de construcción y muy popular en el país de la zamba donde se mantendrán por mucho tiempo ese tipo de Gobierno.

Venezuela, no tengo por qué hablar mucho porque es más que conocido. Lo mismo digamos con Bolivia, quien acaba de aprobar su nueva Constitución-Evo que lo mantendrá muchos años en el Poder. Y lógicamente el Ecuador de Correa, quien conforma el trío bolivariano.

De allí está la Colombia de Álvaro Uribe quien tiene un apoyo popular de hasta 90 por ciento por sus políticas contra las FARC, pero creo que perdería si Ingrid Betancourt postula, la cual también es hincha de las políticas chapistas.

En Perú está Ollanta Humala, igual a muchos de los mencionados mandatarios de esta lista, aunque dudo mucho de su ascenso al sillón presidencia.

De García Pérez debo decir que es el mandatario con menos popularidad en Latinoamérica a pesar de tener a la red de empresarios y prensa más grande en los últimos tiempos.

Ni Juanes o los Simpson podrán unir a los peruanos con los demás presidentes latinoamericanos