Gracias a Dios que no fue monja
Hablar de Eva Mendes es sinónimo de una mujer hermosa y bella. Tiene sus chispazos en la actuación, aunque lo más resaltante es su sensualidad.
Una vez contó que era una adicta al sexo y que tiene costumbre de hacer rutinas largas de sexo. Además, Eva tiene buen gusto porque su novio es peruano, igual que su servidor.
En fin, me llamó la atención que quisiera ser monja, pero mucho más gracia me causó que afirmara sobre su arrepentimiento luego de saber que no cobraría un sueldo.
Eva es una mujer para siempre tenerla en mente... y punto.
Eva Mendes pensó en ser monja.
La bella modelo confesó que cuando niña le llenaba los ojos la idea de tomar los votos, sin embargo, su sueño se esfumó cuando se enteró que no percibiría sueldo.
En visita de placer por Roma, la sensual actriz declaró en la revista italiana "A", que desde niña le apasionaba la actuación, sin embargo, también se sentía atraída por servir al Señor. Sin embargo, para fortuna de los caballeros, incluido su novio peruano George Garguverich le dejó de agradar la chamba de hacer galletas y preparar rompope, cuando se enteró que no es un trabajo remunerado: "De pequeña soñaba con ser famosa para comprar un chalet y llevar a mi madre en limusina. Al mismo tiempo quería ser monja. Hasta que un día mi hermana Rebeca me dijo: 'Pero ¿sabes que a las monjas no se les paga?' Ya nunca más hablé de tomar los votos". (sigue leyendo)
Una vez contó que era una adicta al sexo y que tiene costumbre de hacer rutinas largas de sexo. Además, Eva tiene buen gusto porque su novio es peruano, igual que su servidor.
En fin, me llamó la atención que quisiera ser monja, pero mucho más gracia me causó que afirmara sobre su arrepentimiento luego de saber que no cobraría un sueldo.
Eva es una mujer para siempre tenerla en mente... y punto.
Eva Mendes pensó en ser monja.
La bella modelo confesó que cuando niña le llenaba los ojos la idea de tomar los votos, sin embargo, su sueño se esfumó cuando se enteró que no percibiría sueldo.
En visita de placer por Roma, la sensual actriz declaró en la revista italiana "A", que desde niña le apasionaba la actuación, sin embargo, también se sentía atraída por servir al Señor. Sin embargo, para fortuna de los caballeros, incluido su novio peruano George Garguverich le dejó de agradar la chamba de hacer galletas y preparar rompope, cuando se enteró que no es un trabajo remunerado: "De pequeña soñaba con ser famosa para comprar un chalet y llevar a mi madre en limusina. Al mismo tiempo quería ser monja. Hasta que un día mi hermana Rebeca me dijo: 'Pero ¿sabes que a las monjas no se les paga?' Ya nunca más hablé de tomar los votos". (sigue leyendo)
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